Parashá para niños - Parashá 24: Vaikrá | Levítico 1:1 - 6:7

Moisés estaba de pie frente al Mishkán, la Tienda Sagrada, cuando de repente, una voz poderosa pero llena de amor lo llamó desde su interior. Era el Creador que le daba instrucciones sobre las ofrendas sagradas.

El Creador explicó que el pueblo debía traer ofrendas especiales. Una de ellas era el holocausto, donde un animal puro se ofrecía en el altar para mostrar gratitud y devoción. Aarón y sus hijos, los sacerdotes, guiaban el sacrificio con gran reverencia.

El Creador también pidió ofrendas de harina fina y aceite, que los sacerdotes preparaban con sumo cuidado. Estas eran señales de agradecimiento y compromiso con Él.

Otra ofrenda especial era la de paz, donde el pueblo traía un cordero o cabrito para compartir con los sacerdotes y celebrar juntos la presencia del Creador.

Si alguien cometía un error sin intención, podía ofrecer un sacrificio para ser perdonado. El Creador enseñó que cada persona tenía la oportunidad de corregir sus errores y volver a Él con un corazón sincero.

El Creador enseñó a Moisés y al pueblo que estos mandatos no eran solo reglas, sino caminos para vivir en santidad y armonía. Así, el pueblo de Israel aprendió que cada acto de bondad y obediencia los acercaba más a Él.

🔔 ¡No olvides compartir esta historia y aprender más sobre la Biblia! 🔔