Cuento para Niños: "El Último Regalo de Jacob"

Había una vez en la tierra de Egipto, un hombre muy anciano llamado Jacob. Tenía muchos hijos y nietos que lo amaban, pero sentía que su tiempo en la tierra estaba llegando a su fin. Jacob llamó a su hijo José, el gobernador de Egipto, y le pidió un último deseo: «Llévame de regreso a nuestra tierra cuando me haya ido. No quiero quedarme aquí». José prometió cumplir su deseo.

Jacob llamó a todos sus hijos para darles su bendición. Uno por uno, les habló palabras llenas de amor y sabiduría. Pero cuando fue el turno de Efraín y Manasés, los hijos de José, algo especial ocurrió. Jacob cruzó las manos y puso su mano derecha sobre Efraín, el menor, en lugar de Manasés, el mayor. José trató de corregirlo, pero Jacob sonrió y dijo: «Así debe ser. Dios tiene un plan para ellos».

Antes de despedirse, Jacob reunió a sus doce hijos y les habló de las promesas de Dios. Les recordó que su familia estaba destinada a ser una gran nación y que, aunque ahora vivían en Egipto, un día regresarían a la tierra prometida. Sus palabras llenaron de esperanza a todos.

Después de despedirse, Jacob partió de este mundo en paz. José y sus hermanos cumplieron su promesa y llevaron a Jacob de regreso a Canaán para enterrarlo en la cueva de Macpelá, junto a sus antepasados. Fue un viaje largo, pero lleno de respeto y amor.